lunes, 22 de febrero de 2010

Mi juguete.

Cuando era niño tenia un juguete que siempre me pareció, por decirlo de alguna manera, bastante especial. No podía estar sin el. Berreaba en su ausencia y solo su presencia me permitía conciliar el sueño.

Luego me lo pedían pero yo nunca estuve dispuesto a prestarlo. Era mió y de nadie mas. Gracias a ese juguete me volví un niño solitario. No necesitaba compañía. Solo con ese juguete lograba sentirme feliz. Aparentemente lo único que yo deseaba era poder sostenerlo en mis manos todo el tiempo.

Un día lo perdí. Una búsqueda desesperada e intensiva por horas me llevo tan solo una exhaustiva rendición. Nunca he llorado tanto por algo. Ha sido la gran perdida de mi vida. Llegaron otros juguetes pero ninguno como aquel. Nunca mas volví a jugar. Permití que un detalle arruinara mi infancia. Y es hasta ahora que me doy cuenta de mi error... ya que pensándolo bien, el pinche juguete no valía la pena.

1 comentario:

  1. no vale la pena porque tu obsesion te hizo no volver a jugar? o no vale la pena en sentido de mandar todo al carajo para empezar a jugar de nuevo?

    ResponderEliminar