Me despierto y me resulta maravilloso poder olfatear mi almohada y encontrarme con tu aroma que, ah como me apendeja, encuentro cabellos tuyos, los tomo, los rompo jugando con ellos. Y me es magnifico el encontrar aun tu forma entre las sabanas y si estuvieras tu seria todo aun mejor porque podría observarte, aun dormida con tu cabello hecho una mierda y husmearía para ver la forma de tus senos para por siempre recordar como eran. Esta mañana no importa que me duela la cabeza, y no importa si hoy no haga nada, ni mañana, ni pasado hasta llegar a nunca. Junto a la cama encuentro tu vaso y no se si guardarlo, no se si romperlo, no se si lavarlo o beber lo que dejaste en el para así poder probar aunque sea un poco de ti, un poco de ayer.
martes, 19 de enero de 2010
El vaso al despertar.
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ResponderEliminarlo que más disfruto de todo lo que haces, es el final, como la última cifra, es como si alguien la susurrara lentamente, muy despacio, como si la voz fuera eterna
ResponderEliminarAsí trato de ser en todo lo que hago mancusa.
ResponderEliminarGracias por la apreciación. Esa era la intención.
Bueno, realmente la intención no aspiraba a tanto.
Gracias por percatarte.
Sinceramente, entre hoy
ResponderEliminarsólo a leer esto
me lo voy a tatuar.
Awww...
ResponderEliminarSubes a tumblr la foto de tu tatuaje, por favor.