miércoles, 25 de noviembre de 2009

Sin Título.

Esto iba a tratar sobre todo. Terminaría siendo la más importante obra literaria del presente siglo pero...no sabia como empezar. Quería, por fin, conciliar esa obra que lograse expresar todo lo que estaba contenido dentro de mi. No tenia tema ni la idea en específico, tan solo el fin último.

Pensé en escribir sobre ti, pero entonces pensé en ella. Esboce un intento de sonrisa.

Después pensé ellos, luego en aquellos...

no me olvide de el.

Recordé a todos pero después me desvié a nosotros, en quienes me enfoque para después darme cuenta que primero debía de plantear sobre que trataría dándole prioridad sobre el quien.

Quería lograr un texto que fuese capaz de al lector causarle diversas sensaciones.

Buscaba causar erecciones y mojar a las mujeres.

En casos extremos, lograr eyaculaciones potentes y cantidad incontable de lagrimas.

La meta era que mis palabras fuesen capaces de retorcer el alma más fuerte y adentrarse dentro de la mente menos receptiva.

Al leerse mi texto lograría que se te revolviesen las tripas mientras encontrabas la salvación.

En la conjunción de las letras se encontraría la paz que en ningún otro lugar podrías hallar.

Para lograrlo tenia que retratar la inestabilidad de mi espíritu y la fragilidad de mi cuerpo.

Tanto el sinsentido interno como social.

No quería que tratara sobre mi.

Pero, siempre se trata de mi.

Reflejarme y condensarte.

Y de momento me percate que no tenia sentido continuar.

Nunca escribiría dicha obra.

De ninguna manera lograría expresar de manera concreta el vació dentro y fuera di mi, ni mucho menos podría poner en palabras la salvación de la humanidad.

Ni siquiera la mía.

Fue sencillo. Simplemente me di cuenta que no tenia nada que decir.

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